Descripción enviada por el equipo del proyecto. Los pueblos chinos no solo son un portador de la vida cotidiana tradicional, sino que también resultan ser un medio de comunicación pública. El pabellón para escuchar y contemplar la lluvia se basa en el concepto de los "nuevos asentamientos de arte al estilo Hui", inspirándose además en el antiguo pozo muy bien conservado, con el fin de expresar la visión de una coexistencia armoniosa entre lo moderno y la tradición, lo humano y la naturaleza.
La tierra excavada en el sitio para crear la estructura, fue apilada dentro del espacio abierto para formar una colina de diez metros, generando así una nueva topografía. La estructura del edificio es de baja altura, de forma horizontal y bastante extendida, cuyo volumen alberga otros pabellones y pasillos que permiten contemplar la montaña. El volumen y la colina artificial dependen totalmente entre sí, pues los muros del edificio se abren hacia la colina para dar paso al senderismo de montaña.
Se abrieron dos techos inclinados para un espacio estrecho de 30 centímetros, para el ingreso tanto de la luz como de la lluvia. En el sur lluvioso, el agua de lluvia fluye desde el techo para formar una cortina de agua, reunida alrededor del pozo junto con el sumidero lineal en el suelo. El patio interior que rodea el pozo es un final de secuencia espacial y visual, que transmite la idea de “Si Shui Gui Tang” y también hace que el pozo tenga un sentido de ritual.
La percepción acústica y visual del ser humano se inspirará para experimentar la relación entre lo humano y la tradición, así como entre lo humano y la naturaleza (luz del día, viento, lluvia, cerro y vegetación) de una manera nueva, contraatacando la distancia con la tradición y la indiferencia hacia naturaleza en la sociedad contemporánea.